martes, 13 de diciembre de 2016



Propuesta para mejorar la corrupción dentro de la Policía Nacional de Colombia



Si bien es cierto la historia de Colombia ha estado marcada por más de 50 años de guerra, tragedias, sufrimiento y un sinnúmero de situaciones que la han llevado a ser catalogado como un país peligroso, hoy en día nuevas noticias y casos de corrupción desde instancias e instituciones como la policía nacional son las que acaparan la atención de los medios.

Hay que tener en cuenta que las prácticas de corrupción no aparecen solamente en sectores públicos o institucionales: “Ha penetrado los principios éticos de las personas, las familias, las comunidades, instaurando un forma de ser y comportarse frente a otras personas y a lo público. Algunas personas reconocen que a veces se es corrupto sin saber, creyendo que se está actuando bien”


Por otra parte, debemos aceptar la fragilidad moral del ser humano como individuo, por lo tanto todo aquel que tenga influencia sobre los cargos públicos debe estar vigilado constantemente. La transparencia no evita la corrupción "per se", pero sí crea la sensación para quien toma las decisiones de que verdaderamente esas decisiones serán cuestionadas y pueden tener consecuencias sobre su persona; también permite a los ciudadanos comprobar si realmente las personas que están a cargo de nuestro cuidado y protección tienen ese fin en su profesión.

Una posible propuesta para abordar esta situación podría ser la de asumir y fomentar la sensibilidad hacia la defraudación y la corrupción, tomado conciencia de los daños que ocasionan y de la importancia de eliminar estas prácticas. Promoviendo transparencia en las instituciones, sobre todo en los partidos políticos y las instituciones públicas. Cuando se da un buen ejemplo desde esferas más altas se puede replicar el mismo comportamiento en situaciones de menor escala.

También implementando medidas disuasorias de comportamientos corruptos. Junto a la transparencia, pueden contribuir a disuadir actuaciones corruptas leyes exigentes, códigos de conducta bien elaborados y que se hagan cumplir, y adecuados medios de vigilancia y control, incluyendo grabaciones conocidas por todos. No basta con tener leyes, sino que deben hacerse cumplir. La lucha contra la corrupción exige inspecciones bien programadas y una actuación decidida de inspecciones o de la fiscalía y aun creando potenciado fiscalías específicas, como ya se ha hecho en diversos lugares. La justicia, además de responder a su nombre, que es lo primero,  tiene que se rápida y eficiente. Eliminando estructuras o políticas que incentiven la corrupción. 

Aumentando el control social sobre las instituciones. Pueden hacerlo instituciones de con observatorios específicos, los medios de comunicación, o bien organismos específicos. Este control exige evitar conflicto de intereses, y en concreto que el controlador tenga intereses sobre quien lo controla.

lunes, 28 de noviembre de 2016

Corrupción: Un Problema Social

Corrupción en la POLICÍA Nacional: Problemas Sociales



Analizando las últimas noticias, se han destacado titulares donde se evidencian prácticas que muestran el problema de la corrupción en sistemas cuya función debe proteger a los ciudadanos como lo es la Policía, el último titular ha sido:





Capturan a 13 policías por caso de corrupción fueron capturados en operativo desarrollados con la Fiscalía General de la Nación.

El comando de la Policía Metropolitana de Barranquilla informó que capturó a 16 funcionarios públicos, entre estos 13 uniformados, sindicados de actos de corrupción.

En la investigación denominada 'Plan Transparencia', que contó con la participación de la Fiscalía, se da cuenta que los uniformados obtenían información del sistema de la Policía para conocer los vehículos con problemas de seguros obligatorios y la revisión técnico mecánica, y exigir a los propietarios de los automotores dádivas a cambio de no aplicar la norma. Se conoció el caso de tres primeros policías capturados, entre los que se encuentra el comandante del CAI del barrio Rebolo, suroriente de la ciudad, acusados por la Fiscalía de pertenecer a la banda ‘Los Chamos’, dedicada al microtráfico de drogas en los barrios Las Nieves y Los Trupillos, en el sur de la ciudad.

La situación en Colombia en cuanto a la ética se puede definir no como una falta de ética y moral de los colombianos sino más bien existe una crisis ética, que se produce como resultado de muchos hechos históricos que han demostrado falta de moral como extorsiones, violencia generalizada, corrupción, narcotráfico y muchos otros tipos de violencia, además a todo esto se le añade las luchas sociales incluyendo obviamente la lucha contra las guerrillas y paramilitares, aunque no todo ha sido desfavorable, igualmente existen muchos derechos hacia la población, siendo el principal el derecho a la vida, así la ética civil nos demuestra que esta también puede ser tratado como política y derecho, promoviendo un medio ambiente donde la integridad de las personas pueda ser garantizada.

Es así como la ética, al referirse al ámbito público, implica necesariamente relacionarse con la política, no se limita a los funcionarios públicos. Un buen gobierno no sólo requiere funcionarios responsables sino también políticos responsables, puesto que son éstos últimos principalmente quienes gozan del máximo margen de autonomía en las decisiones y de estas decisiones depende a su vez la actuación de los principios (Diego, 2004)

Para Elisabet Ungar Directora de Transparencia por Colombia concibe que: "No puede haber democracia sin lucha contra la corrupción, porque la corrupción no es solamente un delito, es un sistema de poder alternativo al sistema democrático de poder.  Lo mismo pasa con los mafiosos, los mafiosos no son solamente criminales, la mafia es un sistema de poder económico, un sistema de poder político, un sistema de poder religioso, un sistema de poder financiero(...) La nueva corrupción del tercer milenio se llama conflicto de intereses. El conflicto de intereses destruye la democracia, el libre mercado, destruye el normal funcionamiento del sistema".


En palabras de Adela Cortina, la corrupción, en cualquier ámbito, tiene efectos perversos, y yo quisiera aquí recordar cuatro: privilegia a unas personas frente a otras a la hora de sacar ventajas de algún bien colectivo; genera inevitablemente exclusión, porque los no privilegiados, que necesariamente tienen que existir, quedan fuera; perjudica siempre a los peor situados en poder o riqueza, que son los que quedan fuera; y socava la confianza en las instituciones y en las personas. Socava ese capital social, que es tan difícil de acumular, tan fácil de dilapidar, tan costoso de reponer.


Corredor, C. (1998). “Ética, desarrollo y Pobreza”. . Medellín: Revista Universidad de Antioquia.
Cortina, A. (2013). ¿Para qué sirve realmente la ética? Paidós.

Diego, O. (2004). LA ÉTICA Y LA CORRUPCIÓN EN LA POLÍTICA Y EN LA ADMINISTRACIÓN PÚBLICA. Andalucía: Universidad Internacional de Andalucía.

Roux, F. (1994). «Ética y Democracia». Santafé de Bogotá.

jueves, 27 de octubre de 2016

Aplicaciones de la Ética


La ética aplicada es un nuevo enfoque surgido en 1960 en Estados Unidos, vinculado directamente con situaciones concretas, en la que se destaca la resolución práctica de las controversias morales del ejercicio profesional. En este enfoque se da importancia al contexto, al análisis de las consecuencias y a la toma de decisiones, para la elaboración de prescripciones que se ejercen en los sectores de las prácticas sociales y profesionales. La ética aplicada tiene como campos de interés la bioética, la ética profesional, la ética empresarial y la ética ambiental (Parizeau, 2001).

Entre las tareas de la ética aplicada como una ética especial se encuentran:
1) dilucidar en qué consiste lo moral en las situaciones específicas, distinguiendo esto de los restantes campos prácticos como el jurídico, político o religioso.
2) Intentar fundamentar lo moral aportando las razones para que haya moral o bien denunciar que no la hay.
3) Intentar la aplicación de los principios éticos descubiertos a los distintos ámbitos del campo profesional en cuestión (Cortina, 1993).

Ética aplicada al mundo empresarial por Francesc Torralba

Respecto a los postulados expuestos en la declaración del filósofo, ensayista y ponente Francesc Torralba, surge la aplicabilidad de la ética al ámbito empresarial y de las organizaciones, en respuesta a las necesidades morales de nuestro entorno. Por lo cual algunas empresas están creando códigos éticos con el fin de promover virtudes que fortalezcan las relaciones internas y fomenten el desarrollo de las mismas.


El eje fundamental de esta aplicabilidad de la ética se encuentra en la calidad humana, ya que, si los trabajadores se sienten reconocidos, bien remunerados, que sus derechos son respetados, si existe equidad y valoración de sus talentos, como resultado a esto los trabajadores se sentirán felices, con mayor entrega a su trabajo, y fidelización.

La formación profesional implica un esfuerzo del individuo para el logro de un rango intelectual, que le permite una calificación superior y eficiente. El profesionalismo significa sacrificio, dignidad, superación y honradez, confiados al individuo en la conquista de las ciencias y la tecnología.
Biológicamente el hombre es el animal que viene al mundo con menos protección natural, físicamente hablando, pero esa debilidad es la que a su vez, estimula su razonamiento, su inteligencia y su carácter para suplir tal deficiencia humana.
Dicho lo anterior Torralba destaca cuatro actitudes aplicables en el ámbito empresarial; estas son:


Actitud Ingenua: No considera suficientemente los intereses, las acciones, los conflictos, incluso, el "juego sucio" dentro de las organizaciones; se asume que la ética ya está presente, que no es necesario ni si quiera proponer, que cada quien ya viene con ella implícita, por lo tanto no es importante ni imprescindible.


Actitud Apocalíptica: "No hay nada que hacer", sólo interesa la audiencia, el consumo, la rentabilidad, el propio bien, sin importar por encima de quien haya que pasar, o a quien haya que vulnerar o pisotear. Es decir, la ética, no tiene lugar en las organizaciones.

Actitud Cínica: Convierten la ética sólo en una fachada, en un maquillaje, en un requisito plasmado en un papel, pero en la práctica no se es tenida en cuenta, se sigue actuando mal. Las interacciones, los procesos, son mal habidos, no se fundamentan ni se acercan un poco, a lo que dictamina ese manual de buenas prácticas, a ese código de ética.


Actitud de la Ética: como elemento imprescindible: Considera a la ética, como un elemento fundamental e imprescindible, para la cohesión y la calidad de una organización. A diferencia de todas las anteriores, no es ingenua, porque conoce la negatividad que implica estar ante un mercado, no es apocalíptica, porque no tiene una actitud de no hay nada que hacer, y mucho menos es cínica, porque no la tiene en cuenta como un elemento cosmético o como una mera fachada.

En conclusión, la ética contribuye netamente a la cohesión de los recursos humanos de una organización, además contribuye a la calidad y excelencia del resultado final. Y es que sin la ética es imposible mantener su flujo, su calidad, y lo más importante, su credibilidad en el entorno con  la finalidad de que se desarrollen en el futuro profesional el conocimiento, la habilidad, la sensibilidad y voluntad esto es para que se actuara en beneficio de la comunidad y no en su contra.

Virtud, Justicia, Sostenibilidad: Una ética en 3D por François Vallaeys.

En la Actualidad vemos que el mundo requiere acciones urgentes para afrontar la crisis que viene presentándose por el uso desmedido de los recursos naturales. El desarrollo a pasos acelerados y la creciente demanda inminente se ha tornado insostenible y es la responsabilidad social en la actualidad la que debe estar encaminada a brindar un pequeño gesto para los trabajadores, sociedad y medio ambiente.

 El filosofo francés François Vallaeys, durante la ponencia realizada en el 2012, expone que en la sociedad actual cada individuo está tratando por su lado, de hacer pequeños cambios para generar responsabilidad social, pero estos intentos son prácticamente nulos si no hay compromiso por parte de todos. Por esta razón se destaca la importancia de la responsabilidad social global donde los individuos y las organizaciones se asocien para operar cambios sistemáticos de forma global, de tal forma que se pueda producir un sistema social que no tenga efectos colaterales, dañinos o insostenibles.


Vallaeys converge, acertadamente, en esta afirmación con otros profesionales tales como Fresco al afirmar que, aunque existen recursos suficientes para todos los seres humanos, no se han usado de la manera más equitativa, justa y, por lo tanto,  esto genera muchos descontentos y diferencias con el sentido de los derechos de todos los seres humanos pues se sabe que todos tenemos la misma dignidad como habitantes del mundo, esto se debe a que las organizaciones están en una constante competencia para incrementar sus ventas, atraer más clientes, mantener los clientes actuales, superar las metas de producción, esta situación lleva a que la actual situación empeore, pues no se percatan de lo que sucede a su alrededor.


 Según el pensamiento liberal: Si cada uno trabaja bien haciendo lo que le toca, en todo le va  ir bien; es un pensamiento totalmente errado de ver las cosas ya que no es suficiente con el aporte de cada quien hace falta más compromiso social de parte de todos.

Esto significa que, no por carencia sino por inequidad, los recursos que posee el planeta no son aprovechados por todos sino que algunos organismos y sistemas políticos se arrogan el derecho de administrarlos como si fueran sus legítimos dueños. Eso lo vemos en nuestra historia, especialmente en el siglo pasado, cuando surgieron sistemas políticos como el comunismo, que han hecho estragos, en múltiples áreas, en los países en que se ha implementado. 

Varios sectores de la economía se abastecen de materias primas que permanecen en stock en el planeta, lo que implica que estamos comprometiendo la subsistencia de futuras generaciones. Sumemos a esta situación, el consumismo inducido por las mismas compañías que hacen productos con una funcionalidad y vida programada, obligando la adquisición periódica del mismo.

 El filoso propone así la teoría de las 3 dimensiones de la ética:

Virtud (personal): teniendo una responsabilidad moral, regida por la consciencia, mediante la cual se podrá reflexionar sobre el "deber" que debe realizar cada individuo con el fin de promover una mejor sociedad.

 Justicia (publica - comunidad): mediante la cual se aplica la responsabilidad jurídica, y estará regida por la legislación del estado.

Sostenibilidad mundial (humanidad - mundo): con una responsabilidad social - asociativa que ejerce la obligación mutua para disminuir los impactos negativos.

De acuerdo a estos puntos se deben crear reglas éticas para construir una mejor sociedad, con la cual se transforme la cultura de cada persona y se fomente la aplicación de los principios morales (Villaeys, 2012).

La decadencia de los principios éticos es inminente, por lo cual se sugiere la creación de reglas éticas aplicables para cada circunstancia; de tal manera que no sean solo las empresas que se rigan por códigos éticos, sino que cada individuo  se asocie para crear transformaciones en el sistema. 

En vista de esto es fundamental que el administrador de nuestro problema ético, siente un precedente en una forma correcta de actuar para que cada empleado de la compañía pueda aprender de esta conducta y se creen grupos comprometidos con el fomento de los principios éticos. Si el administrador del caso, solo busca beneficios personales con el fin de no perjudicar los intereses propios, estará reflejando un pensamiento "cínico" donde la organización puede tener muchos valores establecidos, pero que no se aplican porque cada individuo va en busca de sus intereses.

Discapacidad y Reconocimiento: reflexiones desde el prisma de Axel Honneth. Dilémata por Morales y Vallés.

El reconocimiento desde el prisma de Honneth y su vinculación con la discapacidad, presenta los tres estadios del reconocimiento, con sus correspondientes formas de menosprecio. Finalmente se expone una serie de reflexiones en torno a la necesidad de cumplir con un conjunto de exigencias que trasciende a las prerrogativas de tipo civil y político, como también al campo de lo público exclusivamente.



El ámbito de la discapacidad debe ser abordado desde la multidimensionalidad que tal realidad encarna. En dicho contexto, un ámbito de reflexión privilegiado lo constituye la ética y, dentro de esto, la perspectiva del reconocimiento recíproco. 

La definición de discapacidad puede hacerse desde tres perspectivas:

Social: La sociedad separa a la población en solo dos grupos, los capaces y los incapaces, siendo las incapacidades todas las limitaciones que pueda poseer una persona, sea auditivas, visuales, de movimiento y otras similares, aquí la discapacidad no se define por lo que pueda generar en la persona y en las dificultades que pueda tener sino más bien en el impacto que genera en las personas a su alrededor.

Medica: Esta perspectiva no se fija demasiado en los impactos que generan las discapacidades a nivel social y los efectos que estas generan en las personas mismas, sino lo que intentan es eliminar aquellas enfermedades por medio de rehabilitación.



La del propio afectado: las personas que sufren de alguna discapacidad sea cual fuere niegan la discapacidad como algo malo para ellos y los demás y lo toman como como un elemento diferente o a veces hasta positivo por todo lo que conlleva.

Éticas de la diversidad. Una alternativa a la ética de Peter Singer por Guibet y Romañach.

Antropológicamente hablando, podemos aducir que una de las características que definen a los seres humanos es la diversidad, la diferencia necesaria, entre otras cosas, que debe haber en el planeta tierra. La otra característica se engarza, obligadamente, a este primer rasgo. Ese consiste en la existencia de una  unidad psíquica de todos los seres humanos que coexisten en el mundo a pesar de las mismas divergencias que necesariamente existen entre una cultura y otra.  Es imposible vivir una unidad, que no se debe confundir con uniformidad, si no respetan y se valoran estas particularidades propias de cada grupo humano, Asimismo, es descabellado considerar como seres no- humanos a los niños que no han nacido todavía y darle mayor importancia a los animales.

Un argumento a favor del “especieísmo” es afirmar que los humanos tienen mayor capacidad de sufrimiento. Aun así, esa no es razón para ser especieísta ya que el principio de igual consideración de intereses debe tener eso en cuenta: “debemos ser muy cuidadosos a la hora de comparar los intereses de especies diferentes. En determinadas situaciones, un miembro de una especie sufrirá más que el miembro de otra especie. En este caso, aún deberíamos aplicar el principio de igual consideración de intereses, pero el resultado de hacerlo será, por supuesto, el dar prioridad a aliviar el sufrimiento mayor”.

La diversidad de la ética nos clasifica estructuralmente, donde se refleja claramente la desigualdad social, política, religiosa que se vive en el  mundo entero donde se trata a las minorías indignamente, cuando hablo de minoría hago referencia a las poblaciones vulnerables, ese grupo de personas menos favorecidos con os cuales se comete atropellos indeseables e indignantes, pero si hacemos un balance las personas con mayor influencia en los sectores influyentes esos si son tratados como personas, honorables pisoteando la integridad  que tiene todo ser humano.

Se trabaja en pro de una diversidad de ética globalizada donde acobije todas las personas pero aun es difícil unificar  este plan global.

En lo personal estoy de acuerdo con aquellas consignas que dicen que la sociedad debería dar el mismo valor a las vidas de todos los seres humanos y respetar los derechos de todas las personas porque, reitero, aunque seamos distintos tenemos la misma dignidad. En el ambiente circula esa beligerancia entre la dignidad del hombre y de la mujer. Disimuladamente se comparan las capacidades y aptitudes de uno y de otro. Esto ocasiona, a mi parecer, una rencilla innecesaria que, más que construirnos como personas, nos destruye, nos rivaliza y esto no debería ser así porque esta actitud podría llevar a problemas de otra índole y quizá más graves.

El objetivo de este artículo es proponer una extensión sólida y poderosa de las éticas del reconocimiento y la redistribución: las éticas de la diversidad. Estas éticas refuerzan las aproximaciones anteriores a través de la inclusión de la diversidad funcional como parte de la diversidad humana que se debe tener en cuenta en la filosofía moral, la necesidad de romper las lógicas de dominación y analizar la redistribución al final del proceso, para garantizar que facilite el auto-respeto y la autoestima, una cuestión  olvidada en la diversidad.

La inclusión de la diversidad funcional en las éticas de reconocimiento y redistribución implica la idea del auto-reconocimiento de la diversidad y la fragilidad en todos los humanos, ya que todos somos funcionalmente diversos y nos arriesgamos a ser discriminados personalmente por este motivo. Además, en las éticas de la diversidad se incluye una aproximación pragmática a la dignidad, basada en dar el mismo valor a todas las vidas de los seres humanos, proporcionando herramientas para afrontar los retos bioéticos.

Las éticas de la diversidad se proponen como una elección del tipo de sociedad que queremos para el futuro, ya que debemos elegir hoy si en el futuro viviremos en una sociedad no discriminatoria en la que toda la diversidad humana es bienvenida, y cada individuo, independientemente de sus diferencias, capacidades y productividad, tiene una oportunidad de vivir y disfrutar de la vida a cualquier edad; o si queremos vivir en una sociedad en la que no toda la diversidad sea aceptada, una sociedad discriminatoria en la que sólo las personas que son útiles, capaces, inteligentes, hábiles, con buena vista y buen oído, etc. sean bienvenidas y se les permita vivir y disfrutar de lo que la sociedad provee.

Las éticas de la diversidad eligen claramente la primera opción y han sido confrontadas con la ética de Peter Singer, que ha elegido la segunda opción, mostrando sus debilidades e incoherencias. También se han expuesto posturas bioéticas que son coherentes con la elección de una sociedad futura en la que todos los humanos tendrán derecho a la justicia y a la igualdad, ya que necesitamos una sociedad distinta de la que tenemos hoy, una sociedad en las que las desigualdades se reproducen de generación en generación.

El camino de la ética civil en Colombia. Balance y perspectivas.

La situación en Colombia en cuanto a la ética se puede definir no como una falta de ética y moral de los colombianos sino más bien existe una crisis ética, que se produce como resultado de muchos hechos históricos que han demostrado falta de moral como extorsiones, violencia generalizada, corrupción, narcotráfico y muchos otros tipos de violencia, además a todo esto se le añade las luchas sociales incluyendo obviamente la lucha contra las guerrillas y paramilitares, aunque no todo ha sido desfavorable, igualmente existen muchos derechos hacia la población, siendo el principal el derecho a la vida, así la ética civil nos demuestra que esta también puede ser tratado como política y derecho, promoviendo un medio ambiente donde la integridad de las personas pueda ser garantizada.

     
   Se debe además tomar a todo individuo como un ser diferente y único a la vez, esto implica que todas las personas deben facilitar la aceptación y respeto de la diversidad de los demás individuos empezando por las diferencias de género, raza, de condición social y de manera de ver el mundo, otro de los puntos que se debe tratar a la hora de hablar de ética civil es el derecho a la comunicación, donde los periodistas deben informas al pueblo con veracidad, independencia y responsabilidad.

A pesar de esto en Colombia es notable el índice de violaciones a los derechos humanos, en especial el derecho a la vida, de hecho para la mayor parte de los colombianos la violación de los derechos humanos es visto como algo “normal”, lo que nos pone como uno de los países con más alto índice de homicidios .

     
 
 La ética civil debe ofrecer criterios para percibir lo verdadero de lo falso, para que un discurso ético no se convierta en un discurso estratégico, sino la clase más vulnerable simplemente ¿va a ser manipulada por las personas con poder?.


González, P. M. (2013). Discapacidad y reconocimiento:reflexiones desde el prisma de Axel Honneth. Obtenido de DILEMATA:

Romañach, C. G. (2010). Éticas de la diversidad. Una alternativa a la ética de Peter Singe. Obtenido de DILEMATA:

Torralba, Francesc (2011) Ética aplicada al mundo empresarial. Disponible en: http://campus20.unad.edu.co/ecsah04/mod/lesson/view.php?id=1835&pageid=160

Villaeys, Francois (2012) Virtud, Justicia y sostenibilidad, Una etica empresarial en 3D. Disponible en:







jueves, 13 de octubre de 2016

LA CORRUPCIÓN COMO DILEMA ÉTICO

La ética es concebida como la disciplina del conocimiento que estudia las actitudes y costumbres del ser humano y las clasifica en virtudes y vicios, en acciones debidas e indebidas, convenientes y nocivas, con el fin de formar el carácter de los hombres al mostrar aquellos hábitos dignos de imitar. La ética forja el carácter, esto significa que los seres humanos nacen con un temperamento innato, con un conjunto de sentimientos que no han elegido y resulta difícil modificar, pero que puede encauzarse a lo largo de su vida; por lo que, es posible ir adquiriendo un nuevo carácter. El individuo tiene que ir forjándose a sí mismo al elegir unas posibilidades vitales y rechazar otras. Como afirma Adela Cortina (1997,95), “La vida humana es quehacer y el quehacer ético es quehacerse, hacerse a sí mismo”.


“Apropiarse de las mejores posibilidades vitales para forjarse un buen carácter consiste la sabiduría ética, y a esa necesidad originaria de elegirlo llamamos libertad en un sentido básico. Puesto que estamos condenados a ser libres, a tener que elegir, lo más inteligente es hacer buenas elecciones, forjarse un buen carácter, que es a fin de cuentas en lo que consiste ser bueno” (Cortina; 1998).


Una de las problemáticas éticas que afronta hoy en día la sociedad mundial y en particular la colombiana es la corrupción, hablar de corrupción puede tornarse un dialogo de nunca acabar, puesto que esta problemática conlleva un trasfondo histórico y cultural que permite que se geste y se establezca en la sociedad. Siguiendo los postulados de García (1996), se puede encontrar que la crisis ética se produce como resultado de procesos históricos, y tiene como trasfondo causas estructurales. En una problemática como la corrupción, el desarrollo económico y social juega un papel sumamente importante.


Los gobiernos y administraciones públicas contemporáneas enfrentan una crisis de valores en sus gobernantes, funcionarios y personal, siguiendo a Diego (2004), ante este decaimiento es importante recuperar un conjunto de principios éticos. Así como existe preocupación por aspectos económicos y materiales, también debiera hacerse por los aspectos éticos. Si el subdesarrollo económico es motivo de preocupación también lo debiera ser la ausencia de virtudes en las personas, en particular de aquellos que ocupan cargos públicos. ¿Cómo se podrá resolver la corrupción si antes no se resuelve el problema moral? Ningún gobierno podrá operar de manera óptima si antes no educa en la honradez y probidad a su personal.


La ética, al referirse al ámbito público, implica necesariamente relacionarse con la política, no se limita a los funcionarios públicos. Un buen gobierno no sólo requiere funcionarios responsables sino también políticos responsables, puesto que son éstos últimos principalmente quienes gozan del máximo margen de autonomía en las decisiones y de estas decisiones depende a su vez la actuación de los principios (Diego, 2004).


La ética no pretende ser la panacea a los problemas que enfrenta la administración pública, ni la varita mágica para acabar con la corrupción, sino un instrumento más de la “caja de herramientas” para combatirla. Es el ingrediente adicional para hacer más sólido el dique que contenga el mar de corrupción y su aplicación a la función pública es de vital importancia porque tiene como eje central la idea de servicio, es decir, las tareas y actividades que realizan gobernantes y funcionarios públicos están orientadas a la satisfacción de la pluralidad de intereses. También es la ciencia del buen comportamiento en el servicio a la ciudadanía. Es además un importante mecanismo de control de la arbitrariedad en el uso del poder público, un factor vital para la creación y el mantenimiento de la confianza en la administración y sus instituciones. La ética es un factor clave para elevar la calidad de la administración pública mediante la conducta honesta, eficiente, objetiva e íntegra de los funcionarios en la gestión de los asuntos públicos.


Según, Morales y Vallés (2013) el camino hacia un abordaje de tales cuestiones, y desde una óptica claramente normativa, esta problemática debería estar sustentada a la consideración de que los derechos humanos deberían formar parte de cualquier construcción de un ethos compartido sobre el cual cimentar relaciones de reconocimiento de la otredad. Desde su nacimiento, los derechos humanos han sido todo un símbolo de una vocación universalizadora en pos de una vida más digna, justa e igualitaria para todos los seres humanos. No obstante lo restrictivo de su extensión en sus inicios, en buena medida debido a factores contextuales, en su devenir histórico tales derechos han ido recogiendo esa necesidad de mayor inclusión y especificidad con miras a dar cabida a la diversidad humana en toda su expresión.


Así surge la pregunta, tomada por Corredor (1998) la cual puede adaptarse perfectamente a esta problemática «¿cómo conciliar la búsqueda del bienestar social en un contexto en el que prevalecen los intereses individuales y en el que sólo los más fuertes pueden conseguirlos a costa de la negación de los otros? » Esta pregunta sólo puede ser contestada en la medida que, asistidos por la razón, fin de la economía no es otro que «los hombres y las mujeres puedan realizarse en plenitud, y que esta realización esté garantizada también para sus hijos y para los hijos de sus hijos y así consecutivamente» (Roux, 1994).

Es así como, desde los planteamientos de Adela Cortina, se debería de tomar decisiones moralmente justas incluye obrar de manera prudente y justa y para ello se debe averiguar los valores  y derechos que han de ser racionalmente respetados. Para ello se debe tener en cuenta la moral crítica y el derecho positivo que se distinguen en que el primero es universal y se puede poner en cuestión y condenar normas vigentes de acuerdo al contexto y el segundo que es vigente solo es un país determinado; y la moral crítica y socialmente vigente.



La cuestión no es, pues, en las escuelas y universidades formar sólo técnicos bien especializados que puedan competir y atender a las demandas de los mercados, sean las que sean, sino educar a buenos ciudadanos y a buenos profesionales, que saben utilizar las técnicas para ponerlas al servicio de buenos fines, que se hacen responsables de los medios y de las consecuencias de sus acciones con vistas a alcanzar fines mejores.

Todo individuo que participa de la función pública debe tomar conciencia de que el servicio público se define como la acción del gobierno para satisfacer las demandas y necesidades de las personas que integran el Estado. El servidor público se debe a su comunidad, su sueldo es pagado por la sociedad y por lo tanto tiene una responsabilidad y un compromiso con ella. El político y el funcionario público no deben olvidar que están para servir a la comunidad no para servirse de ella. Todo buen gobernante sirve a su país y no se sirve de él.


A fin de cuentas, no se construye una sociedad justa con ciudadanos mediocres, ni es la opción por la mediocridad el mejor consejo que puede darse para llevar adelante una vida digna de ser vivida. Confundir “democracia” con “mediocridad” es el mejor camino para asegurar el rotundo fracaso de cualquier sociedad que se pretenda democrática. Por eso una educación alérgica a la exclusión no debe multiplicar el número de mediocres, sino universalizar la excelencia.



Corredor, C. (1998). “Ética, desarrollo y Pobreza”. . Medellín: Revista Universidad de Antioquia.

Cortina, A. (2013). ¿Para qué sirve realmente la ética? Paidós.

Diego, O. (2004). LA ÉTICA Y LA CORRUPCIÓN EN LA POLÍTICA Y EN LA ADMINISTRACIÓN PÚBLICA. Andalucía: Universidad Internacional de Andalucía.

Roux, F. (1994). «Ética y Democracia». Santafé de Bogotá.

Vallés, B., & Morales, P. (2013). Discapacidad y reconocimiento: reflexiones desde el prisma de Axel Honneth. Dilemata.