martes, 13 de diciembre de 2016



Propuesta para mejorar la corrupción dentro de la Policía Nacional de Colombia



Si bien es cierto la historia de Colombia ha estado marcada por más de 50 años de guerra, tragedias, sufrimiento y un sinnúmero de situaciones que la han llevado a ser catalogado como un país peligroso, hoy en día nuevas noticias y casos de corrupción desde instancias e instituciones como la policía nacional son las que acaparan la atención de los medios.

Hay que tener en cuenta que las prácticas de corrupción no aparecen solamente en sectores públicos o institucionales: “Ha penetrado los principios éticos de las personas, las familias, las comunidades, instaurando un forma de ser y comportarse frente a otras personas y a lo público. Algunas personas reconocen que a veces se es corrupto sin saber, creyendo que se está actuando bien”


Por otra parte, debemos aceptar la fragilidad moral del ser humano como individuo, por lo tanto todo aquel que tenga influencia sobre los cargos públicos debe estar vigilado constantemente. La transparencia no evita la corrupción "per se", pero sí crea la sensación para quien toma las decisiones de que verdaderamente esas decisiones serán cuestionadas y pueden tener consecuencias sobre su persona; también permite a los ciudadanos comprobar si realmente las personas que están a cargo de nuestro cuidado y protección tienen ese fin en su profesión.

Una posible propuesta para abordar esta situación podría ser la de asumir y fomentar la sensibilidad hacia la defraudación y la corrupción, tomado conciencia de los daños que ocasionan y de la importancia de eliminar estas prácticas. Promoviendo transparencia en las instituciones, sobre todo en los partidos políticos y las instituciones públicas. Cuando se da un buen ejemplo desde esferas más altas se puede replicar el mismo comportamiento en situaciones de menor escala.

También implementando medidas disuasorias de comportamientos corruptos. Junto a la transparencia, pueden contribuir a disuadir actuaciones corruptas leyes exigentes, códigos de conducta bien elaborados y que se hagan cumplir, y adecuados medios de vigilancia y control, incluyendo grabaciones conocidas por todos. No basta con tener leyes, sino que deben hacerse cumplir. La lucha contra la corrupción exige inspecciones bien programadas y una actuación decidida de inspecciones o de la fiscalía y aun creando potenciado fiscalías específicas, como ya se ha hecho en diversos lugares. La justicia, además de responder a su nombre, que es lo primero,  tiene que se rápida y eficiente. Eliminando estructuras o políticas que incentiven la corrupción. 

Aumentando el control social sobre las instituciones. Pueden hacerlo instituciones de con observatorios específicos, los medios de comunicación, o bien organismos específicos. Este control exige evitar conflicto de intereses, y en concreto que el controlador tenga intereses sobre quien lo controla.